viernes, 23 de septiembre de 2016

Fundación Blas Méndez Ponce y la sonrisa de un niño

Hacía mucho que no escribía en mi blog. Quizás porque en este sinvivir es muy fácil perder el norte y dar importancia a las cosas que verdaderamente merecen atención, sentimiento, corazón y tiempo.

Mi compañero y amigo Jorge me había hablado de la Fundación Blas Méndez Ponce, de la maravillosa labor que hacían con niños enfermos oncológicos. Y ayer estuve con ellos, tempranito, compartiendo desayuno con ellos y con sus monitores, voluntarios que dedican parte de sus vidas para que estos pequeños puedan sonreír y estén ajenos, por unos días de las durezas de los tratamientos a los que están sometidos para intentar erradicar la maldita enfermedad. También para que sus padres puedan tener un descanso entre tanta angustia, dolor, incertidumbre y pánico a las malas noticias. Sólo cuando se es madre o padre sabe uno lo que duelen los hijos y yo, madre de dos hermosas y sanas hijas, ayer sentí que la fortuna tiene mucho más que ver con verlas crecer y encontrarme en el camino con personas como las que desde la Fundación hacen tanto por estos peques.

La enfermedad nos iguala a todos muy por encima de todo en esta vida. Desde la pequeña Ángela, de seis años, hasta la mayor, de 18 años. Niños de diversas culturas riendo y jugando ajenos a tantos factores con los que los mayores nos empeñamos que dan ganas de que sean ellos los que gobiernen el mundo desde la ausencia de prejuicios y desde la sensibilidad de saber qué es dolor, qué es esperanza y qué es disfrutar los momentos por pequeños que sean.






 


 
 



       
                    
 







Y de repente una siente, que casi como el título de mi blog, vuelve a recuperar el norte, el orden de prioridades. Se remueve eso de los sentimientos para darse cuenta de que hay mucho por hacer que merece la pena. Más allá de las diatribas -absurdas- diarias, más allá de quienes pasan por la vida sembrando cadáveres a su paso e incluso más allá de quienes ven oscuras intenciones en algo que es sólo solidaridad, cariño, empatía, activismo, corazón, sentimiento y sensibilidad.

Este programa pretende dar a los niños la posibilidad de ser niños fuera del ámbito hospitalario y están acompañados en esta ocasión por sus hermanos que, seguramente, durante el proceso de la enfermedad han visto cómo sus mundos cambiaban e incluso quedaban un poco relegados porque la atención se centraba en el hermano enfermo.

Y sin embargo allí, son iguales, pueden ejercer de hermanos, de hermanos mayores y de hermanos menores mimados por los mayores.

Milagros, Lola, Blanca, Salvi y tantas personas que han decidido dedicar parte de su tiempo a hacer felices a unos niños que se merecen ser felices. Porque más allá de la necesaria atención médica, necesitan seguir siendo niños, necesitan hacer las travesuras de niños y vivir el paso a las etapas de las adolescentes como el resto de adolescentes.

Ayer fue un día especial porque no me pude quitar a esos pequeños de la cabeza en todo el día. Fueron una lección vital de esas que jamás se podrán aprender en una universidad.
Y, aunque me resistía a hacerlo, no pude evitar pensar cómo la política podía ayudar a algo que debería ser obligatorio por ley, asegurar la felicidad de los niños, pero, sobre todo, los que peor lo están pasando. La conclusión es que, como en todas las disciplinas de la vida, la política está llena de la esencia personal y sin la sensibilidad que otorga poder poner sentimiento a la acción, las utopías de lo lógico seguirán siendo utopías.

Cuando sintáis zozobra por el devenir diario, mirad a estos niños. Si ellos están así de felices, no tenemos derecho a pensar que un inconveniente es mayor que un impedimento.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Programas basura, tertulianos de basura, periodistas basura.

Lo peor que le puede pasar al ser humano es que se acostumbre a las barbaries, al dolor, que cosas como las sucedidas en París, en el Líbano, a diario en Siria o cada mujer asesinada víctima del terrorismo machista, no hagan daño cada vez que se producen.
Y las muestras de solidaridad son sanas. En este mundo en el que parece que se ha instaurado la competitividad hasta en la transmisión de sentimientos donde parecen que existen “entes superiores” que determinan el grado de hipocresía de los sentimientos de los demás y que se sienten con la capacidad –supongo que divina- de juzgar los dictados de corazón y principios de los demás, hasta mostrar sentimientos se ha convertido en una “actividad de riesgo”.
Porque si lamentas el asesinato de las mujeres víctimas del terrorismo machista, te conviertes en ‘feminazi’ –que suele ser en aquellos casos en los que la estulticia es la sustituta del conocimiento, aquellos casos en los que el interfecto desconoce qué es el feminismo y qué supuso el nazismo-, si lamentas los atentados de París, Líbano o el terror masivo y absoluto en Siria, algún enfermo de odio te dirá que lo que quieres es que lleguen yihadistas disfrazados de refugiados –literal, y no han sido ni una ni dos veces- .
¿Algunos de los que vomitan semejantes barbaridades se habrá parado a pensar que quienes ahora huyen de Siria y piden exilio es porque han visto morir a cientos de miles de personas de la misma forma en que lo hicieron ayer en París o el Líbano?
Escucharemos eso de que habrá yihadistas camuflados entre refugiados. Que el Islam mata y barbaridades semejantes que no hacen más que incendiar un fuego vivo.
Y lo harán en ‘prime time’, en programas de renombre y enfundados en esa mezcla de razón absoluta y mezquindad elevada a la máxima potencia que convierten minutos de televisión en una verdadero insulto a la inteligencia.
Y es que quienes no creen en la Igualdad ni en los derechos de la mayoría han visto en el drama parisino el terreno de juego perfecto para demostrar su capacidad de ejercer el más burdo fascismo sensacionalista, el que iguala a los terroristas de quienes huyen de ellos.
No sé si entre las hordas de personas que huyen de Siria en buscan aferrarse a la vida y no quedar sepultados en edificios bombardeados por fanáticos fascistas habrá yihadistas o no. Como tampoco sabemos si entre los policías que velan por nuestra seguridad hay traficantes de drogas o asesinos machistas. Tampoco si entre los farmacéuticos hay vendedores de sustancias prohibidas o si entre los físicos nucleares hay atracadores de bancos.
Las religiones no matan, lo hacen las personas. La Policía no vulnera libertades fundamentales, velan por ellas y así un larguísimo etcétera de obviedades que no lo son tanto cada vez que una tragedia como la vivida ayer sacude los cimientos de nuestro corazón.
Mientras escribo estas líneas no consigo sacarme de la cabeza al señor ‘periodista’ con patillas imposibles y tono chillón de escandalosa en telenovelas, pero no es el único ni el único culpable. Las televisiones y sus debates han decidido torturarnos con debates políticos entre periodistas que apuestan a sus caballos ganadores a costa de pervertir la información y convertirla en una granada de mano de espurios objetivos que me cuestan comprender. Mis ideas contra las del resto hasta el punto de convertir el periodismo en un concurso de presidentes de Club de Fans de emergentes contra tradicionales.
Hasta hace bien poco parecía que sólo los denominados programas de “corazón”  podían llegar al pódium de lo que llamamos programas basura pero algunos programas de “actualidad política” no les van a la zaga y están llegando a tal nivel competencial que cualquier día les veremos fundirse en uno solo y será Belén esteban quien rebata a Ferreras o similar.
Y todo lo aquí escrito, con excepciones, claro. Porque si no fueran por esas excepciones se haría muy complicado evitar renegar ser periodista. 
Que a nadie se le olvide que el mejor homenaje que se les puede hacer a las víctimas de cualquier terrorismo es la unidad para defender los principios del Estado de Derecho, memoria, dignidad, verdad y justicia.
La unión hace la fuerza. Tan vieja la frase y nunca tan actual.


miércoles, 6 de mayo de 2015

Los chantajes de Revilla

Ayer escuché a Revilla decir que sólo hay dos opciones en la Presidencia de Cantabria, Nacho Diego (el actual Presidente de Cantabria) o él. Lo dijo en el Foro de la SER.
También afirmó que si no es presidente es probable que no acabe la legislatura.
A mí me sonó a típico chantaje de derechas. Llamadme rara, que a lo mejor sí, pero apestaba a la misma naftalina que usaba mi abuela para que no se le apolillara el “abrigo bueno”.
Revilla sabe que tiene un problema y que tiene nombre de mujer, Eva Díaz Tezanos, la candidata del PSOE. La conoce bien porque fue Consejera de Educación de las dos legislaturas en las que se produjo en pacto PSOE-PRC. Sabe de su trabajo, de su tenacidad, de lo poco que le gustan los circos y lo mucho que exige de seriedad. Y ahí es donde Revilla, que ha hecho de la política un espectáculo televisivo hacia fuera de Cantabria mientras desaparecía de tierras cántabras en la legislatura más dura de las que se tiene constancia, echa faroles para ir amedrentando al personal o lanzar avisos a navegantes.
Dice que no pactará con el PP de Nacho Diego pero Cantabria es suficientemente pequeña para que estornuden en Campoo y nos constipemos en los valles Pasiegos y es vox populi que el PRC ha mantenido reuniones con el PP para establecer una hoja de ruta que haga posible un pacto. Es verdad que Revilla y Diego no pactarían nunca, pero el PP y el PRC sin ellos presidiendo el partido, sí lo harían.  Y entonces el voto del PRC iría derechito al PP. ¿Es eso lo que quieren los votantes que confían en el Partido Regionalista? Lo sabemos porque ya ha pasado. Porque Revilla pasará a la historia por ser alguien que estuvo en lo alto de la cresta pactando con el PP y con su contrario, el PSOE.
Siempre pensé, y me puedo equivocar, que el PRC es Revilla. Y eso que conozco a algunos alcaldes de ese partido que sé que tienen una vocación de servicio público y un buen hacer que firmaríamos cualquiera de los socialistas pero, como en el PP, el que manda es Revilla. La democracia en los partidos es para todos menos para su partido que para eso es suyo de él. El quita, pone, pincha y corta. Democracia dedocráticamente unipersonal le llaman.
El caso es que, mientras ahora vemos que el Gobierno de Cantabria hipotecará un poco más aún el futuro de mis bisnietos pagando las indemnizaciones a los propietarios de viviendas con sentencias de derribos, Revilla saca de pecho y da lecciones de honestidad en una amnésica biografía política que obvia que él y el PP son corresponsables de la agonía y el sufrimiento que han padecido los propietarios de las  casas que dentro de poco serán el escombro de una política urbanística gestionada por el PP y el PRC y que pagaremos a escote.
Esas viviendas se erigen como ese monumento a la vergüenza que tiene el pedestal de la corrupción urbanística y un monumento a la carencia de vergüenza y responsabilidad política. ¿Alguien se sorprende de que  no sea Revilla quién se reúna con los afectados por los derribos?
La única candidata que ha dicho alto y claro que no habrá pactos con el PP –el de los copagos sanitarios, la destrucción de la Ley de Dependencia, el que destruyó un sistema de becas justo para que la situación económica no menoscabara oportunidades de acceso a la Educación Pública, el que ha cambiado industria productiva por teleféricos-pelotazo para amigos, el de la financiación ilegal del PP, el de los 90.000 euros de Bárcenas y un largo etcétera-.
¿Puede decir Revilla lo mismo? ¿Depende de él?
Le hemos visto decenas y decenas de minutos criticando las políticas del PP en miles de debates y programas de TV, así que la pregunta es clara, ¿pactaría con el PP?
¿Tiene que lanzar órdagos preelectorales por si las moscas? ¿Puede un responsable político decir que sólo acabará la legislatura si es Presidente menospreciando a cada persona que le confíe el voto porque en realidad la política le importa mucho menos que seguir con el circo mediático?
Él, el adalid televisivo de otra forma de hacer política, debe mirarse en su propio espejo. Se dará cuenta de que predicar y dar trigo son cosas muy distintas.

Como Eva Díaz Tezanos, yo también creo que tanto Nacho Diego como Revilla son pasado. 

lunes, 9 de febrero de 2015

Yo sobreviví al temporal de nieve y al PP de Cantabria. De milagro, claro.

Tengo miedo del Gobierno de Cantabria. Miedo literal.

A mí la nieve me gusta de lejos, en la imagen bucólica de las crestas de los montes mientras el sol brilla y apunta con sus rayos provocando un mosaico de colores y sensaciones difíciles de explicar. Pero, por estas cosas de la madre naturaleza, hay sitios donde en Cantabria nieva y nieva mucho.

Llevábamos semanas oyendo hablar de la ola de frío y nieve que nos venía y no se equivocaron los meteorólogos. Televisiones, radios, prensa escrita, digital, aficionados a las isobaras y hasta las témporas anunciaban nieve incluso a nivel de mar.
Lo oímos todos menos el Gobierno de Cantabria y el Delegado de Gobierno en la capital que debían estar de convención, balneario o algo. Lúdico, muy lúdico todo.

Y es que cayó la primera gran nevada y Cantabria se quedó incomunicada. Cientos de coches atrapados en el puerto de  Pozazal y Cantabria incomunicada por tierra con la meseta.
 Y alguien se preguntará dónde estaban las máquinas quitanieves, supongo. Pues las pobres estaban viendo cómo recomponer sus angostos y viejos rodamientos. Porque sí, señores, las máquinas quitanieves de Cantabria son un conjunto de hierros con motor que apenas pueden con ellas mismas. En el mejor de los casos, es el INSERSO de la maquinaria; en el peor, son enfermas terminales.

Pero tranquilo todo el mundo,  que el Gobierno de Cantabria, la Delegación de Gobierno y el Teletubbie azul han planificado un plan de emergencia aéreo que no puede ejecutarse por el temporal. ¡Oigan, no se rían que la cosa es seria! Les imagino ufanos y orgullosos de su plan. ¡Que corra el vino!
¡La sal! Eso que desde que el mundo gira se echa a las carreteras para que no aparezca el hielo y que en Cantabria apareció dos días después de la gran nevada. Con un par. Lo que no acaban de llegar son los saleros porque las máquinas esparcidoras de sal no funcionan y supongo hayan pensado en la posibilidad de espolvorear como para una ensalada gourmet, con los dedos.
Centenares de conductores se quedaron atrapados en la ratonera del puerto de Pozazal. Yo supongo que contarán a sus nietos que hubo un gobierno tan incapaz, tan incapaz que consiguió paralizar a toda una comunidad autónoma -y a un trozo de la vecina- porque nevó donde siempre nieva.
Antes de la gran nevada, escribía esto en Twitter:



He barajado encontrar mi sitio en la futurología pero dado el grado de conocimiento y hastío –a partes iguales- del Gobierno de Cantabria y del PP en general, he decidido que tiene poco mérito adivinar una catástrofe en algo que gestione esta cuadrilla de amigos metidos a gestores.
Y sí, mi miedo se hizo realidad y si este gobierno no es capaz de poder desatascar una autovía con todos los medios y maquinaria del Estado, el ejército y la Guardia Civil –que no, que no exagero, que es tal cual-, ya se podrán imaginar las carreteras autonómicas. Esas que hacen secundarias no sólo a las vías sino a los habitantes que tiene que transitar por ellas.

Les importamos entre cero y nada. Que nos vayan dando, que llenamos poco las urnas de los votos.
He pasado el temporal en Vega de Pas prácticamente incomunicada por tierra porque, ¡oigan!, que bueno es tener un alcalde que agote dos dedos de sentido común para poner los medios necesarios y poder abrir las vías para que la gente pueda salir de sus casas y no transite por las nevadas pistas cual cabras montesas intentando adivinar el agujero. Y mira que avisé al ayuntamiento para que abriera las pistas. Algo hizo, me dejó la nieve de la carretera a la puerta de mi casa para ahorrarme la cuota de gimnasio del mes paleando nieve para poder sacar el coche agónicamente  antes de que oscureciera. Y es que la pala vino a la hora de la merienda.

Hubo un tiempo en el que la viabilidad invernal la gestionaban las empresas de la región que estaban más próximas a la comarca. Pero llegó el PP  e hizo ricos a las empresas de  los amigos –de fuera de Cantabria, ya que todos es sabido que por algún motivo que desconozco, al Gobierno de Cantabria le dan alergia las empresas de Cantabria-  con bajas temerarias y con una precarización del servicio tal que en tiempos  -nevados- como los de ahora,  dejan al trasluz la mísera y negligente gestión de una cuadrilla de incapaces.
Siento envidia de los habitantes de Tresviso y admiración por su alcalde y los vecinos que le ayudaron a abrir las pistas a partes iguales. Casi pierden la vida por intentar quitar la nieve con medios municipales en uno de los municipios más altos de Cantabria. En algunos lugares, más de tres metros de nieve acumulados y el regidor jugándose el pellejo por sus vecinos .Pasé angustia cuando me dijeron que habían desaparecido y alivio cuando les vi en las imágenes, asustados pero vivos.


Un dato: el alcalde de Tresviso no cobra sueldo público, la panda de incapaces del Gobierno de Cantabria, sí, y cuantioso. Está claro que el dinero no compra neuronas.

domingo, 1 de febrero de 2015

Eva Díaz Tezanos, una socialista con otra forma de hacer.

Fue hace seis años. Por primera vez una Consejera de Educación eliminaba el concierto a un colegio que ofrecía una educación segregada por sexos. Fue Eva Díaz Tezanos, hoy candidata a Presidenta del Gobierno de Cantabria.


Era el colegio Torrevelo, en Santander, un centro donde sólo se admitían niños y que está ligado al Opus Dei.





Me consta que no fue una decisión fácil y menos en la Cantabria conservadora y cainita de una parte de la política, la de derechas, para la cual cualquier fin justifica el medio. Así quedó claro tras la reacción del PP o de organizaciones como Hazte Oír, para los que, en la balanza entre la educación pública de calidad y la catecumenización de las aulas a costa de la desigualdad social, el negocio de fe siempre está en el primer plano.


Viví aquello en las redes sociales, en los medios de comunicación, en los debates del Parlamento y he de decir que hubo momentos en los que dudé si la presión podría con Eva o ella con la presión.
Ganó Eva. Porque hay valores que, o se sienten y van muy dentro, o no son capaces de pervivir a la lucha política y de una parte de la sociedad para que la ética acaba allá donde ellos entienden que dejan de ganar.



Y ese concierto se eliminó porque para mi compañera la educación en Igualdad -sí, con mayúsculas- forma parte de eso que decimos de hacer de la Educación Pública el lugar de las oportunidades para todo el mundo, es la que nos iguala a todos ante las mismas oportunidades.
Y es por ello que en esa época de gobierno socialista en la educación de Cantabria, las familias disfrutaron del cheque para los libros, de becas para los comedores escolares y, sobre todo, de la apuesta por mantener pequeñas escuelas rurales que evitaban largos y peligrosos desplazamientos.
Estábamos en la oposición municipal pero se hizo eco de nuestra petición para atender las necesidades de los niños de Vega de Pas, y esas son las cosas que no se olvidan





Con ella los niños dejaron de comer en un local sin calefacción, abandonaron las chamarras, bufandas y guantes para poder disfrutar de un local más adecuado y caldeado y pudieron jugar en el exterior a pesar de la lluvia con la construcción de un espacio cubierto en el patio.
Y es que los valores, o se ponen en práctica, o sólo sirven para adornar cuartillas y estanterías de literatura vacua.

Eva es una trabajadora inagotable. Y honesta. Es de esas personas que ponen una nota de calidad en la vida parlamentaria, en las reuniones en las que participa. ¡Y le gusta escuchar! 


No tengo duda de que será la mejor Presidenta de Cantabria. Fue la primera en hacer público su patrimonio y ha sido la primera en hacer públicas sus propuestas electorales.
Son las propuestas "R", entre otras: 

- Recuperar las becas de transporte y comedor.
- Recuperar y ampliar las aulas de 0 a tres años para poder hacer efectiva la conciliación de la vida laboral y familiar.
- Reindustrialización.
- Retorno del talento joven.
- Regeneración democrática, fundamental tras saberse que el PP de Cantabria - aquel que adoptó a Bárcenas como Senador a cambio de 90.000 euros de dinero negro proveniente de la caja B del PP para pagar campañas dopadas de corrupción -que no lo digo yo, que lo dice Ruz y la Policía-, el partido cuyo Presidente presuntamente disfrutó de estancias en el Balneario de lujo de Caldas a costa de una empresa de servicios como pago de favores, hechos recogidos en el sumario del Caso Pokemon. Presidente que ya fue condenado por cometer fraude fiscal "conscientemente realizado" el el ayuntamiento en el que fue alcalde y que dejó un agujero de más de 700.000 euros que ahora deben pagar a escote sus vecinos.

Es hora de un tiempo nuevo. Ni espectáculos en televisión ni en el Parlamento de Cantabria. Es el tiempo de la ciudadanía. Sé que Eva sabrá hacer de Cantabria un espacio de participación pública en la que la ciudadanía se sienta arte y parte. Ya lo está haciendo.
¡Claro que hay esperanza! Es roja y lleva las siglas del PSOE






domingo, 25 de enero de 2015

Réquiem por esos animales muertos de hambre. No al maltrato animal.

Si la diferencia entre los animales y las personas es la capacidad de sentir, de pensar y de alguna cosa más relacionada con el raciocinio, hay sujetos a los que habría que quitarles el título de personas para dejarlo en una categoría sin definir. Y es que no sé cómo catalogar a quienes dejan morir de hambre a animales, cómo verbalizar la ira que siento de saber que ha habido cerdos, vacas, perros y ovejas que han muerto de hambre, abandonados, sin que nadie velara por ellos.

Ha sido en un “establo pirata”, en el Alto de El Churi, en Camargo, Cantabria.  Y, como siempre, gracias a las denuncias de los particulares que vieron al perro ahorcado.

Tras intervenir el Seprona, lo que allí se vio fue dantesco: cadáveres y animales agonizando.
Como siempre, han sido las asociaciones de protección de animales, los voluntarios, las personas que cuidan de los animales quienes han hecho lo que las administraciones públicas no hacen.


                                                             (Fotos de Celedonio Martínez)

Y es que no daba crédito cuando leía hoy en la noticia de un diario que la Consejería de Ganadería ¡¡no se haría cargo de los animales vivos agonizantes necesitados de comida y de cuidados veterinarios!! ¡¡Que si no fuera por los voluntarios, nadie se haría cargo de los animales en el fin de semana a pesar de saber que hay animales cuya vida cuelga de un hilo mucho más fino que el de las 48 horas de mezquina burocracia!!

¿No se le habrá revuelto a la Consejera de Ganadería el estómago cuando ha sabido la noticia? ¿No se le habrá partido el alma al saber que un perro se ahorcó presa del hambre?

Supongo que no haya visto votos en la posibilidad de ayudar a esos animales, de hacer lo que debe hacer la administración, de velar por los derechos de aquellos a los que dice defender. Y es que hay que recordar que una de las funciones de la Consejería de Ganadería del Gobierno de Cantabria es la de velar por la salud animal, la de garantizar que los animales no sean torturados y que vivan en condiciones adecuadas, ¿no le parece a la señora Consejera que estos animales necesitaban cuidado y protección?

Hace unas semanas la Consejera pedía brindar con leche como forma de potenciar y defender la industria láctea de Cantabria. La vaca muerta por falta de alimento es la mejor de las contradicciones a la política de apariencia y falta de hechos de esa Consejería: la inanición, la inacción, la insensibilidad, la incapacidad y, sobre todo, la falta de empatía.

Desde aquí mi agradecimiento más profundo a las asociaciones de protección animal que velarán por estos seres vivos, mi admiración más honda  aquellos particulares que no permitirán que esos animales que se aferran con un hilo a la vida, dejen de sujetarse por falta de alimento y cuidados.
Tener fe en el género humano se está convirtiendo en utopía en algunos casos. 

domingo, 4 de enero de 2015

Esos empresarios buenos.

No soporto las generalizaciones. Son superiores a mi paciencia. Ni todos los afiliados del PP son como Rajoy –afortunadamente- ni todos los empresarios son robots de frío engranaje llamados a acumular dinero a costa del trabajo de sus empleados, por ejemplo.

En España la gran mayoría de empresarios son dueños de pequeñas y medianas empresas, autónomos que viven sin vivir en sí. Personas que no tienen más ayuda que la de su trabajo, angustia, preocupaciones y poco tiempo para poder pensar en otra cosa que no sea cómo llegar al día de mañana.

He conocido empresarios que lloraban en una mezcla de rabia y desesperación porque tenían que despedir a trabajadores  con los que llevaban toda una vida. He conocido a personas cuya única angustia era garantizar el sustento a sus empleados aunque para ello el suyo propio estuviera el peligro.

Hace unos pocos días, en una finca cercana, admiraba cómo trabajaban unos empleados de la empresa de trabajos forestales de un amigo del que conozco sus ímprobos esfuerzos por mantenerse a flote, por seguir, por garantizar el trabajo y el sustento de su gente.  ¡Qué forma de trabajar! Eficacia, sí, pero en un grupo con una compenetración mucho más que necesaria cuando hasta la propia vida de uno depende de ello.
Y buen rollo, camaradería y cariño a pesar de haber vivido algo que nunca a uno le gustaría ver: cómo un compañero  pierde la vida en un accidente laboral sin que puedas hacer nada por evitarlo. Y un jefe empeñado en hacerles sonreír y hacer más liviana la situación aunque no tuviera ni puñeteras ganas de nada más que de estar rumiando su propia angustia y dolor.

Si algo admiro de Joaquín es el cariño con el que habla de sus empleados, del respeto a sus necesidades, a sus ideas y, sobre todo, a la capacidad de hacer un grupo humano en el que la empatía y el compañerismo es la mejor de las banderas en un tiempo en el que el lema parece ser “sálvese quien pueda”. Comí con ellos el día de la foto. Pese a la tristeza de los duros momentos, descubrí un grupo de personas por el que merece la pena seguir luchando.

Descubrí a un empresario por el que merece la pena hacer de este país un lugar de oportunidades para la buena gente, para las buenas prácticas personales y empresariales.

Y así, cientos y cientos de autónomos y de pequeños y medianos empresarios que hacen lo que pueden por mantener vivo en este país. No cotizan en el IBEX, no tienen grandes campañas de publicidad, pero tienen valentía, tienen principios y, sobre todo, tienen corazón.


El futuro ha de ser de gente como Joaquín y sus chicos. Trabajaremos por ello.

Esta es una de esas fotos que gusta hacerse: una foto con buena gente.